martes, 27 de julio de 2010

UN DÍA IMPREVISTO













El jueves 22 de julio, improvisadamente vienen mis tres nietecillos de Almería con vistas a pasar en Guadix el jueves y viernes, con los abuelos paternos y maternos, cuando llegó la hora de hacer la comida, les pregunté ¿Que querían comer? respuesta inmediata “cocido lay del que tu haces “ Alba la mas pequeña no estaba muy conforme y se fue con los otros abuelos, acto seguido preparé la olla, mientras tanto se cocía, Dani y Manu se pusieron en el ordenador, a jugar con los juegos que ellos conocen, la comida estaba dispuesta a las 14´30h. por cierto salio un caldo tan blanquito sin grasa a penas, que se comieron casi dos platos, como la abuelita se encontraba en Salobreña con Juanjo, veo que ellos la echaban de menos en casa; pues decidimos ir a bañarnos a la piscina municipal, a sin que prepararon sus mochilas con todos sus accesorios de baño, camino de la piscina, los veía la mas de entusiasmados, preciosos, tan contentos e ilusionados, que aunque ellos pertenecen al Club Natación de Almería como socios, el cambio de piscina les alegraba bastante, el recorrido de casa a la piscina es muy corto, pero lo suficiente para sacar recuerdos de mi mochila bastante mas abultada de la que ellos llevaban, la imaginación corrió a la infancia de mis dos hijos, por unos momentos se me representaba el pasado, con los sueños e ilusiones que en aquellos años tenía y que en algunos sentidos se han hecho realidad, en otros no puedo decir lo mismo, ahora el presente carece de proyectos, y con frecuencia me hago la siguiente pregunta ¿Que será lo que la vida nos tenga preparado? Aunque la mayoría de los días la vida la llevo con optimismo y fe, no cabe duda que los problemas que presenta, también aflige y en ocasiones me deprime, pero hasta el momento mi mochila conserva mas recuerdos luminosos que oscuros, y en adelante sea lo que Dios quiera.

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