viernes, 24 de marzo de 2017

Paralelismos




Hoy que me siento relajado, estoy recordando como hace años dejé de escribir en mi blogs, sinceramente no se en estos momentos que relato voy hacer, esta actividad la he nido olvidada, y creo  que a pesar de mis obligaciones, puedo hacer un hueco para este espacio al que añoro de tiempos pasados y, al mismo tiempo ayudar a que mis neuronas, funcionen a través de esta ventana, donde asomarme es un placer para compartir momentos de alegrías, de tristeza y soledad.
Recuerdo el jardín tan grande que tenía cuando con mis treinta y tres años me vine a vivir a la casa que habito, “digo grande,” porque lo cuidaba  y los días de descanso, eran dedicados para él, dándome un lote de trabajo de aquí te espero, lo cual visto desde hoy la agilidad con que lo llevaba, y al mismo tiempo otras actividades artesanales, que disfrutaba con todo ello. A través del tiempo transcurrido, el jardín lo fui reduciendo, y las otras actividades completamente olvidadas. Tenía cantidad de plantas, unas compradas otras regaladas de amigos, que tenían plantaciones, sin lugar a dudas todas las flores me encantan, pero sobre todo la preferida, es la rosa, siempre ha sido mi  atracción, es elegante cortarla y ofrecérsela a una amiga o a un amigo, por la fragancia tan exquisita que desprende. Más tarde he descubierto,  ¿él porque me atrae tanto? Cuando en realidad hay variedades, todas preciosas de distintos colores.  Y es que la rosa sea de color que sea, representa  la vida, tiene sus pétalos de colores, como esos días bonitos de primavera  u otoño,  a la distancia  puedes oler el perfume y hacerte recordar  el aliento, de aquella persona que en un momento determinado compartiste ese olor, que lo tendrás presente  toda la vida, Sus espinas, a veces duelen tanto, que desaparecido el dolor y curado plenamente aun así, dejan huella. Es decir como la vida misma.
            Continuando con el paralelismo,  entre la cantidad de nombres bonitos que hay en la  Biblia en “El Antiguo Testamento” y  “El Nuevo Testamento” más los nombres modernos que se ponen ahora de telenovelas, también de animales que se están  utilizando para personas. Diría quizás, por la tradición, quizás, por la convivencia que tuve en mi infancia, cuando iba a “la Miga” un lugar donde nos llevaban nuestros padres, por unas escasas monedas al día, nos encontrábamos como hoy en las guarderías, más o menos estábamos revueltos niños y, niñas, coincidía en aquellos años que la mayoría se llamaban María. Este nombre me gusta mucho siendo mi preferido, siento que está muy relacionado con la familia, con el amor, con el alma, con la esperanza, llamada  la estrella de mar, ya que María, es una reflexión de la vida, asociada genéticamente a la Virgen María, madre de Jesús, considerándola mujer de talento, con capacidad suficiente para resolver los problemas que nos presenta la vida. Y como todo en esta vida, tiene sus excepciones. Aun así, el nombre es hermoso, como el recuerdo.

           

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