lunes, 3 de octubre de 2011

VERANO OTOÑO

Pues la verdad, que tengo ganas de poner alguna cosilla en el blog y hoy mi amiga Maria me lo ha recordado, comiendo en Ferreira. como hace tiempo que no pongo nada y, se encuentra en estado de congelación, lo voy activar, recordando algo del verano pasado; éste en general podríamos definirlo regular, la rutina diaria y el calor correspondiente de la estación del año que nos tocó vivir; pero para poner algo en el blog hay que tener, como interesante “vacaciones o algo así por el estilo“ y, en el mes de Agosto tuve la oportunidad de disfrutar de unos diillas, estos no se me podrá olvidar en la vida.
Decidí ir a ver la familia que tengo en lleida, avisándoles que iba , desde Madrid Puerta de Atocha, se encontraban veraneando en Tarragona, les interrumpí las vacaciones de playa; salimos al día siguiente para Barruera, allí también poseen un apartamento, pero por los pocos días que disponía y, quererlos aprovechar al máximo, pues nos fuimos a recorrer en coche el Pirineo Aragonés, cogimos la Autovía de LLeida Huesca, Huesca San port, estas se encontraba en obras, y lo mismo circulábamos por tramos de carretera, que por autovia, estuvimos en Canfranc y, visitamos esa estación histórica, que cuando me dieron el primer destino estuve a punto de haber tenido allí la residencia, la cual fue cambiada por Pamplona, la conocía por fotografías, fue una gran ilusión después de tantos años encontrarse allí, recorrer todas las instalaciones que se podían ver, una lastima ver un edificio tan bonito y, un lugar tan emblemático, sin ninguna alternativa, después de tantos años abandonada; visitamos la barriada, y decidimos comer en un restaurante, de cuyo nombre no recuerdo, con mucha amabilidad, nos dijeron lo bueno de la especialidad de la casa, variedad en primeros y segundos platos, y nos pareció muy bien la calidad precio, procurándonos agradar al máximo. Paquita , Emilio y yo, salimos muy contentos y satisfechos, con ganas de pasar allí la noche, pero mi intención era pasarla en Barruera, donde tenía buenos recuerdos de otras veces. Emilio mi sobrino, buen conocedor de esos sitios, cogió el Eje Pirenaico Sabiñánigo a Pont de Suert, y aunque era pesadilla la carretera, con muchas curvas etc. fuimos parando en varios pueblecitos como Jaca, Sabiñanigo Biescas, Broto ubicado en el Parque Nacional de Ordesa, Ainsa ,Campo, Castejon de Sos, la pasamos bastante bien, cenamos en Pont de Suert , de prisa y corriendo por la hora que era, llegamos a Baruera sobre las ¨1´30.h. Al día Siguiente, Emilio que le encanta la montaña, y además es un montañero de primera categoría, me invita a recorrer el Parque Natural de Agües Tortes, pues llegamos en el coche hasta donde no se podía subir mas, por que en adelante lo tienen prohibido, quedándose los coches, en una gran explanada, especialmente para ello, desde allí existen unos taxis a todo terreno que nos desplazaron a todo lo alto del valle, aquello es maravilloso, todo rodeado de montañas, cantidad de lagos, y ríos, cascadas de agua por todas partes y, una diversidad de plantas, y especies de toda clase, que aquello era un encanto, lastima de no haberlo podido disfrutar con mas tiempo.
Al pasar por Boí, pasamos por una montaña altísima y, me dice Emilio, mañana vamos a subir a todo lo alto, yo lo tomé a broma, y no le hice caso, pero cual fue mi sorpresa, cuando al día siguiente prepara unos bocatas y, nos ponemos en marcha para subir al Pla de la Cabana , y la subida a los lagos Yémena, a mi me entraba sudores, temblores, miedo,de todo, me negaba a subir, el insistía que vamos despacio y, te va a gustar, ya lo verás¡, por fin me decido a dar los primeros pasos, y cuando había subido unos 200m me daba el corazón unas palpitaciones que parecía que se salía de su sitio, volvía a decir que no subo mas, que me vuelvo, él volvía a decirme lo haremos mas despacio, te paras, cuando los latidos del corazón sean muy seguidos, en fin que atranca y barrancas, como se dice , consigo llegar al Pla de la Cabana, aquello era el Paraíso una enorme explanada, con una riqueza de agua exagerada, un verdor esplendoroso, bebimos agua muy fresquita que se calaban los dientes, en un caño, que se llama LLobriguera, el chorro de unos 20ctm de diámetro, aquello era tan bonito, para mi que efectivamente había merecido la pena subir, pero yo pensaba en la bajada, Emilio insistiéndome que lo peor ya había pasado, que teníamos que subir al Yémena que se encontraba muy cerca y aquello me gustará mas, volviendo hacer ca
so; empiezo a subir, aquello lo encontraba mas difícil todavía, me insistía, esto es el principio, luego verás como es mas fácil, cuando llevaba la mitad del pico recorrido y, había dejado de trepar por piedras y caminillos no encontrados, seguía subiendo por la dirección que me guiaba mi sobrino, no miraba para abajo por miedo a que me diera vértigo, o sufriera una caída, yo decía que subir era ir en busca de San Pedro, que en lo alto me estaría esperando y nos echaríamos un Tute, cuando por fin conseguí pisar firme, y llegamos a los lagos, me tranquilice un poco, pero pensaba en la bajada, aquello era impresionante, todo de verde dos lagos grandísimos formando una isla en el centro y, en medio un gran pino rodeado de césped, que Emilio llegó a ella nadando, encontrándose el agua como el hielo, daba la sensación de alejarte de la tierra, y tener muy cerca el firmamento, allí nos comimos el bocata, nunca me ha apetecido tanto un bocata como aquel día, era como si te lo estuvieses comiendo en el cielo, sinceramente comprendí que esa aventura a mi edad había sido una locura, máximo cuando no me gustan las aventuras, y como no decirlo también, he sido critico de ello.
La bajada se me hizo mas amena, con un cuidado especial, sin mirar al vacío llegue a donde dejamos el coche, al pie de la cima y, me tire al suelo abrazándolo. Y con un suspiro profundo, me dije una y no más santo T
omas.

El día 23 llegó el Otoño, se puede decir que esta estación del año, en Guadix es agradable, los pocos días que los disfrutamos, se empieza bajándose las mangas de la camisa, mas tarde ponerte la chaquetilla por la noche, lentamente vas viendo como va cambiando el paisaje, y las bajas temperaturas, el calor se resiste a irse hasta media tarde, y con la caída de las hojas de los árboles, se nos mete el invierno, pero tenemos que hacer lo necesario, para disfrutar de estos días maravillosos y, tranquilos,
por que todo empieza a ponerse en estado normal, ya que el verano es irregular.
Para mí el día 23, relativamente empezó bien, la compañera de Educación Especial Antonia del Colegio Obispo Medina Olmos.
Compañera de Rosario, con motivo de su jubilación se le hizo un homenaje en el restaurante del Hotel Carmen, asistieron al mismo además de las compañeras/os en activo las excompañeras/os jubilados, después de degustar un exquisito menú, con mucha alegría, al finalizar, Antonia se hizo acreedora de unas palabras de felicitación , tanto de los compañeros que mas había estado trabajando con ella , en su dedicación especial, del Director del Colegio, y del primer director que había, cuando tomo posesión, también recibió unas palabras de cariño, de su hermana. Tomando la palabra a continuación, manifestando sentirse alagada por todas las compañeras/os, y al mismo tiempo orgullosa de haber contribuido a hacer felices a los alumnos que había tenido, y que también ella había aprendido de ellos.
Hubo mucha alegría, regalos y aplausos, continuando la fiesta después de irnos.


SALUDOS