
Hoy que mi estado de animo me permite estas ocupaciones, las cuales tengo abandonadas por circunstancias obvias y teniendo presente, como la primavera nos dice a Dios, sin las sensaciones de alegría que le caracteriza, debido a la cantidad desorbitada de agua que ha caído en varias zonas de España y sobretodo en la zona norte del Cantábrico, teniendo que ser necesaria hasta la presencia del ejercito, causando grandes perjuicios económicos y alguna perdida de vida en Asturias, en nuestra tierra las lluvias han sido las justas para encontrarnos con unos días fresquitos, que a mi particularmente me han resultado muy agradables.
Esta mañana de verano que el sol brilla en lo alto anunciando un esplendido día, y he tenido la suerte de tener esta noche un sueño relajado , “que no es costumbre en mi” aprovecho para salir andar, y suelo hacerlo como rutina de hace poco tiempo al Parque del Vivero, lugar que le tengo mucho cariño por los ratos felices que de niño pasé, en ese rincón tan bonito del barrio de Santa Ana, existía donde hoy es el parque, una gran alameda y una acequia de agua tres veces el riachuelo de hoy , era muy divertido aquel lugar, por ser el punto de encuentro sobre todo en verano de todos los niños, allí ejercíamos todos los deportes, “natación” nos bañábamos en los buzones de la rambla Fiñana, tiro con arco, hecho este por nosotros, atletismo, fútbol, y los árboles mas parecidos a la pértiga los tronchábamos, y como es natural conseguíamos coger el máximo impulso para ver quien saltaba mas de todos los que jugábamos a este deporte, también existía entre nosotros algunos gamberrillos, que le llamábamos los Mascaritas Negros, por que se dedicaban asustar a las mujeres que se encontraban en la acequia lavando la ropa, aunque algunas veces los asustados eran ellos, según que mujeres les hacían frente y sin tener ganas se tenían que bañar en la acequia.
Bueno con el verano llegó el buen tiempo, también el buen tiempo para la reflexión, pensar en la vida, sin pensar que cada día que pasa este no volverá y por tanto esto nos debe de hacer reflexionar tanto en el presente como en el mas allá; también con el buen tiempo vienen los fuertes calores asfixiantes, que hay que estar preparados para soportarlos y tantas y tantas cosas buenas y malas que nos trae el buen tiempo…. Y aquí estamos para lo que venga.
Al final llegó el verano y…….me gusta regular.
saludos
Manuel